jueves, 26 de junio de 2014

Dolores Sopeña



2016 - AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA












_______________________________________________________________________________

Vida de Dolores Sopeña

Persona

SU PERSONA
                DOLORES RODRIGUEZ SOPEÑA  es una mujer de ayer y de hoy. Un regalo y una chispa de luz para nuestro mundo.
                Su nacimiento tuvo lugar en un pueblecito de Almería, Vélez Rubio (España), el 30 de diciembre de 1848.
                Sus padres fueron para ella modelos de vida humana y cristiana. Don Tomás era un hombre justo, valiente, de gran corazón y doña Nicolasa era una mujer ingeniosa, vehemente, graciosa y muy dada a las obras de caridad. Dolores llega a ser una síntesis de ambos.
                Su corazón es especialmente sensible al sufrimiento y a la falta de dignidad de muchas personas, y su deseo es dar a conocer a Dios a quienes no han tenido suerte de conocerle y experimentar su amor al Padre.
                Su carácter inquieto, vehemente, disponible, confiado, enérgico hizo de ella una mujer emprendedora, capaz de salir al encuentro de sus hermano/as en las encrucijadas de la vida, estando dispuesta a ir donde fuera necesario, donde sentía que Dios lo quería; la solidez de sus convicciones, su firmeza de carácter y su confianza en Dios la hacían capaz de superar no sólo las dificultades, sino enardecerse en ellas, desde la profunda certeza de que nunca estaba sola, Dios siempre iba con ella.
                Dolores tenía un corazón grande, sensible, acogedor, deseoso de abarcar el mundo entero y de llegar al corazón de cada persona que se cruzara en su camino para tenderle una mano y crear las condiciones para que viviera según su dignidad de hijo e hija de Dios, con el deseo de hacer de todos una sola familia en Cristo Jesús.
                Su modo comprometido de vivir y responder a las necesidades de su entorno, hace de ella un modelo de vida cristiana reconocido por la Iglesia y propuesto como camino, luz  y guía de todos los que deseamos vivir de su mismo espíritu.
                Dolores Sopeña murió en Madrid el 10 de enero de 1918 y sus restos reposan actualmente en Loyola-Azpeitia (España).


EL 23 DE MARZO DE 2003 FUE BEATIFICADA POR S.S. JUAN PABLO II




Misión

SU MISIÓN
                DOLORES RODRIGUEZ SOPEÑA fue una mujer adelantada a su tiempo.
                Estrena un nuevo modo de dar a conocer a Dios a quienes por prejuicios o malas experiencias, no quieren saber nada de todo lo relacionado con la Iglesia.
                Su fe cristiana la hace sensible a la problemática social de finales del Siglo XIX. Descubre que la promoción humana, el anuncio de Jesucristo y la construcción de la fraternidad son el mejor modo de hacer creíble el Evangelio.
                Comienza abriendo Centros de Instrucción en Puerto Rico y Cuba, donde se enseñaba el catecismo y cultura básica. Estos Centros se extienden por toda España, empezando por los barrios marginales de Madrid. Más de 30 ciudades y pueblos, especialmente donde se sufrían los efectos de la revolución industrial, solicitan de la presencia de esta nueva obra, que tanto bien hace: Sevilla, Barcelona, Jerez, Bilbao… Dolores Sopeña, mujer incansable y audaz, con deseos vehementes y una confianza sin límites, en sólo cuatro años realiza 199 viajes para responder a las múltiples demandas.
                Sus Centros están concebidos como espacios donde se busca la promoción de la persona y crear ambientes donde se viva la fraternidad y la amistad, dando a conocer el amor y la ternura de un Dios entrañable, que nos hace hijos y hermanos en Cristo Jesús.
                Desde el principio se da cuenta de que una obra tan ardua y amplia necesita de muchas manos. Por ello, en 1892 organiza una asociación de laicos (hoy Movimiento de Laicos Sopeña) a quienes forma en el trabajo y el espíritu de la Obra.


                Poco después, en 1901, la fuerza del Espíritu la lleva a fundar un Instituto religioso (hoy Instituto Catequista Dolores Sopeña), para dar consistencia y mantener vivo el espíritu de la Obra. Al año siguiente, el gobierno español aprueba los estatutos de la Asociación Civil (hoy Organización Socio Cultural Sopeña: OSCUS). Actualmente la Familia Sopeña se extiende por Europa y América Latina.


Espiritualidad

SU ESPIRITUALIDAD
                ¿Qué hay detrás de esta mujer, de su persona y de su entrega al servicio de los demás? La respuesta es sencilla: una profunda experiencia de Dios, como fuente de agua viva de la que mana todo su ser y su obrar. Una vida vivida en plenitud, en la entrega a Dios y a los hermanos en medio de nuestro mundo.
                El secreto de su audacia es su fe, esa confianza sin límites que ella reconoce como su mayor tesoro. Se siente instrumento en manos del gran Artista, que la toma, la lleva, la trae y hace resonar en ella las mejores melodías. Melodías que hablan de la felicidad plena, de fraternidad, de amor y misericordia, de igualdad, de dignidad, de justicia, de paz para todos, especialmente para los más débiles y excluidos.
                Dolores tiene la capacidad de descubrir a Dios presente en todo y en todos, especialmente en el rostro de los más necesitados de dignidad y afecto. Para ella “la creación es un Templo y cada persona una imagen de Dios”. Por eso mantiene una profunda unidad entre su acción y su vida interior: su actividad es expresión de su fe y su experiencia de Dios se transforma en compromiso con los demás, trabajando por su promoción y por construir fraternidad.
                Mención especial merece la persona María para Dolores. Desde jovencita ocupó un lugar especial en su corazón. Acompañada siempre de la Virgen de los Dolores, que su padre le había regalado, ella nos dirá que era su “compañera inseparable… la confidente de su vida… la que habla sin sonidos de palabras…”.

                Su compromiso por la dignidad de la persona brota de su experiencia de un Dios Padre de todos, que nos ama con una ternura infinita y desea que vivamos como hermanos y miembros de una sola familia en Cristo. 

La Propuesta Educativa Sopeña, tiene un estilo propio que viene marcado por claves metodológicas generales y otras más específicas, y es asumida y desarrollada en distintos espacios de acción, a saber: